Ayer fui a buscar mis nuevos análisis hormonales. Todo bien nuevamente. Ahora me intriga saber por qué me los pidió el médico... no recuerdo qué dijo en la consulta. Ahora esperaré que a mi esposo le entreguen sus resultados e iremos juntos con mi ginecólogo a ver si por fin me deriva a un tratamiento de reproducción asistida.
Hoy me desperté temprano, me sentía descansada pero como faltaba tiempo para que sonara el despertador, me volví a dormir. Error. Cuando sonó mi alarma me costó levantarme y todo fue lento... el desayuno, vestirme, arreglarme y ordenar. Me esperaba un empleado para que le entregue unos cheques e indicaciones para un trabajo. Volví a desayunar un poco más tranquila y partí hacia las oficinas de mi trabajo en el centro. Saliendo del estacionamiento me encontré con Diego, un amigo, conocido bah, de la adolescencia que no veía hace unos 12 o 13 años más o menos. En realidad yo sí lo había visto este año pasado un par de oportunidades, caminando por la zona, yo desde mi auto. No había tenido oportunidad de saludarlo y me preguntaba si me reconocería. Un hombre muy lindo, 4 años mayor que yo, una personalidad misteriosa e interesante... nunca me enamoré de él, pero cuando tenía 15 años me cautivaba bastante. Me reconoció, nos dijimos "hola!", beso, me dijo "tanto tiempo", creo que algún "cómo estás" pero no nos detuvimos a conversar y siguió cada quien con su itinerario.
Ahora me toca completar un día de trabajo casi al 100% sentada con la computadora. Concentración es lo que me hace falta. Y productividad. Tal vez algo de ejercicio físico para terminar el día.
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